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La incertidumbre en la que hemos vivido estos dos últimos años con la situación global vivida, las medidas tomadas y lo que pensamos son las causas «reales» de lo vivido, han disparado en muchos de nosotros un aspecto de la mente humana que podemos llamar la «paranoia», la sensación de que el mundo de ahí afuera es «malo» y va a por nosotros a machacarnos.
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Las consecuencias de esos pensamientos, si no son cuestionados y los dejamos que vayan a más, es decir que buscamos validarlos cada día acudiendo a fuentes de información que validen nuestras sospechas es que instauramos en nosotros una «mentalidad» paranoica es decir que creamos un «groove» una hendidura que queda grabada en la mente, algo así como un circuito que funciona por defecto por el que caemos una y otra vez sin atrevernos a cuestionar la veracidad de la actitud paranoica que nos hace sospechar sistemáticamente de todo.
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Con ello no quiero decir que hay que ser «inocentones» y pasarnos al otro polo, el de creernos a pies juntillas todo lo que se nos dice pero hemos de poder cuestionar sanamente tanto la mentira real como el pensamiento paranoico que se desprende del hecho real de NO SABER LO QUE PASA.
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El ser humano y su mente buscan siempre salir de la incertidumbre y si ello supone contarse una mentira interna para salir del «no se», lo hará aún cuando ello propague más y más el estado paranoico en el que ha caído.
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En alguno de los audios que he grabado estos meses comenté las caras de algunas personas conocidas en el mundillo alternativo y que sistemáticamente manejan información extremadamente negativa, siempre enfocándose en los peores escenarios posibles para la Humanidad.
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Estas personas a las que he observado evolucionar, han ido reflejando en sus rostros y las muecas retorcidas de sus caras, la huella del pensamiento paranoico que se ha instalado a vivir en sus psiques.
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No podemos permitirnos caer en eso. Hay mucho en juego. La paranoia es una condición de la Psique que No es sana. Hemos de velar por mantener nuestras mentes lo más sanas posibles y para ello hemos de aprender a CUESTIONAR y NO ASUMIR todo lo que circula en el circuito alternativo(si es que seguimos principalmente ese circuito informativo) o el circuito de la «narrativa oficial» (si es que nos inclinamos por informarnos ahí).
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Una mente sana se ríe de si misma, es capaz de relativizar, de poner información en cuarentena. de cuestionar la información, de pausarse para contemplar e informarse más antes de emitir un veredicto. Una mente sana sale del juicio permanente y negativo hacia todo lo que sucede ahí afuera y deja de percibir que el mundo de ahí afuera está exclusivamente dedicado a machacarle herirle, hacerle caer.
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Si… estamos en una situación delicada, si… nos están mintiendo, y sí… buscan que tropecemos y nos desviemos de nuestro camino de despertar y liberación de la Humanidad y Ascensión planetaria PERO ello no ha de ser la excusa para que instalemos a la paranoia como la reina de nuestro espacio interior, porque si lo hacemos se convertirá en una tirana dictadora, capaz de sentenciar la vida o la muerte de nuestra salud mental, emocional, psicológica, física y espiritual de un plumazo.
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No caigamos en eso.
Tiempo de fortalecer nuestras mentes, nuestra inteligencia emocional, nuestro don de comunicar interno y externo de forma tal que recuperemos el poder y la soberanía real. Nadie ahí afuera tiene la capacidad de matarme y de dominarme. Recupero el poder de dirigir el motor de mi vida en la dirección de mis aspiraciones más elevadas y me alejo de los escenarios tejidos por la paranoia. Así, nos liberamos por partida doble. Nos liberamos de las agendas oscuras y nos liberamos de las reacciones adversas que hemos aceptado al contemplar información relativa a dichas agendas.
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Re- endereza tu navío hacia tu mejor destino posible. Respira, relaja y sonríe.
Bendiciones
Barbara Meneses
www.purapresencia.com
