El trabajo que proponemos busca dos cosas:
1. Crecer y madurar psicológicamente a través del conocimiento de uno mismo, desprogramándonos de todo aquello que es falso y no honra nuestra naturaleza verdadera
2. Despertar espiritualmente a quienes somos en realidad, cual es la naturaleza real de todo lo que vemos en nuestra realidad y poder posicionarnos correctamente e internamente ante lo que percibimos, de forma tal que dejemos de caer atrapados una y otra vez en los espejismos de la falsedad.
Esta tarea doble es para personas psicologicamente maduras o en su proceso de maduración.
El mundo está polarizándose cada vez más entre quienes no han hecho su trabajo de crecimiento real y quienes han comenzado a hacerlo.
Existe un verdadero ataque de quienes aún siguen dormidos e infantilizados porque solo han crecido en edad, canas y cuentas bancarias pero no han hecho su trabajo de maduración personal. Estas personas están en estos momentos sufriendo un colapso generalizado de las estructuras que les han sostenido. Narcisismo, comportamientos psicóticos, egoismo extremo… el mundo que ha fomentado esos comportamientos desde tiempos antiguos está colapsando ante nuestros ojos sin embargo aún no percibimos una solución a ello. Los colapsos son peligrosos pues quien se percibe colapsar tiene tendencia a atacar a sus semejantes en un intento por percibirse «sano» . Esas son las proyecciones mediante las cuales, quienes no han hecho su trabajo interno y no se conocen a sí mismos, recurren a esa exteriorización de su propio material y su propia disfuncionalidad psicológica para crearse a si mismos una falsa sensación de estabilidad. Y solo es falsa esa sensación pues su estabilidad nunca fue real.
Hablamos de políticos, gobiernos, industrias, empresarios, todo en nuestro alrededor está mostrando signos de ese colapso de una estructura que en su origen es falsa y que nos alejó de nuestra verdadera naturaleza.
El viaje del autoconocimiento y la auto exploración es la única forma que tenemos de madurar y poder darnos cuenta de que hemos estado por eones girando como ratones en una rueda falsa, basada en principios falsos y que nunca llegamos a cuestionar porque simplemente «nacimos» inmersos en la dinámica de la rueda y no nos cuestionamos nada más.
Muchos estamos por fin despertando al sin sentido pero en medio de ese proceso de despertar nos encontramos con el ataque feroz de las fuerzas que se resisten a ese despertar, que rechazan madurar y salir del infantilismo psicológico en el que se han mantenido anclados por no poder trascender sus deseos y apegos inconscientes.
Es tiempo de llevar nuestra práctica al máximo nivel, elevando nuestra atención consciente, empleando todos nuestros recursos para mantener la cohesión interna y nuestro centramiento en la verdad de quienes somos, sin caer en el colapso que estamos atestiguando a nuestro alrededor.
Es un mensaje serio, si pero es un mensaje optimista para quien desee ponerse manos a la obra y trabajar por crecer, madurar, liberarse y vivir desde la Verdad contribuyendo así a mostrar a los demás que es posible crecer sin tener que destruirnos los unos a los otros.
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