Percepciones 2023
Para aquellos a los que esto pueda ayudar…
Estamos descubriendo formas sutiles de abuso y viendo cómo, la Humanidad se encuentra bajo un fuerte Síndrome de Estocolmo que le hace justificar los abusos recibidos, lo cual paraliza toda forma de resolución de los mismos, y mantiene a las personas en círculos viciosos que drenan su energía por tener que estar defendiéndose constantemente de éstas formas de ataque, que no solo vienen de instituciones sino, a menudo, de personas muy cercanas.
Descubrimos que cuando no hay nadie que se responsabilice de nada, no hay resolución posible pues todos nos pasamos la patata caliente sin que nadie resuelva. Proyectamos los unos sobre los otros lo que ninguno quiere atender. Así, todos nos mantenemos atados de pies y manos en la inacción. Tiempo de responsabilizarse y cambiar las tornas. Para ello hace falta voluntad, humildad, coraje y fortaleza. Los cambios vienen rápido y son para bien cuando asumimos.
Descubrimos que ya no estamos en sintonía, resonancia con personas de nuestra vida y que quizás, por comodidad, pereza, falta de imaginación o atrevimiento, no tomamos la decisión de marcharnos de esas relaciones que para nosotros, ya son tóxicas. Si no damos el paso, la vida hará muy obvio cuál es el camino o nos iremos sintiendo peor y peor en esas relaciones.
Para muchos se producen cambios de misiones, de proyectos derivados de los dos puntos anteriores: nos liberamos de formas de abuso sutil y nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort. Ello libera nuestras auras, nuestros campos sutiles de formas de vampirización de nuestra energía que hasta ahora no habíamos visto.
Las fuerzas densas pierden terreno y lo saben pero en estos momentos sus ataques son de «vida o muerte» para ellos. Utilizan nuestras heridas quiróticas o quirónicas (Quirón, el sanador herido) para gatillarnos y vampirizar el «loosh» la energía negativa que emitimos. Igualmente disparan estados paranoicos en los que nos creemos ser atacados por personas de nuestro entorno. Si respondemos a esos ataques, caemos en el lado oscuro precisamente cometiendo el mismo atropello que esas fuerzas densas cometen y alineándonos con ellas, sin saberlo. Ojo con esto y con el espíritu de vengatividad que algunos despliegan cuando la vida no va según su agrado.
Las dificultades que vivimos en estos momentos gatillan las respuestas de nuestro niño interior, un niño que a menudo no ha podido transitar por todas las fases de crecimiento, desarrollo, maduración que le correspondieron en su día, luego de adultos, nos encontramos respondiendo ante eventos de nuestra vida, con el egoismo, la crueldad, de ese niño en su día desatendido. Ello retroalimenta las heridas del Alma y las heridas quirónicas.
¿Solución?
La vida nos pide confiar en Ella, soltar lastre, abrirnos, flexibilizar nuestras posturas, aceptar lo que hay y transitar por ello sin perder nuestro centro, alineamiento, nuestra conexión.
Paralelamente a la oscuridad fruto de los abusos que descubrimos haber vivido, y las lecciones que ello suponen para nosotros en términos de zanjar codependencias, emerge en nosotros una conexión con la Fuente y nuestra esencia verdadera MUCHO más encarnada, real, auténtica y potente.
Aún estamos en la tormenta luego no podemos ver aún el sol salir, pero saldrá, palabra de la Fuente… Saldrá… volveremos a ser felices, del otro lado del proceso personal en el que nos encontremos.
Ánimo a todos, podemos con esto, Seamos valientes, fuertes, caminemos sin Miedo. No hay nada que valga la pena que perder y tenemos todo por ganar.
Bendiciones