Interesante que ayer hablabamos de arder en la hoguera… Hoy es el aniversario de la quema de Juana de Arco… acusada de herejía en un tribunal amañado que sin embargo escuchaba estupefacto cómo esta mujer aparentemente iletrada lograba eludir las trampas del tribunal que de antemano había decidido condenarla. A la pregunta capciosa de si gozaba de la Gracia de Dios, Juana contestó «Si no gozo de ella que Dios me ponga bajo su Gracia, y si gozo de ella, que Dios me mantenga bajo su Gracia». Eludía así la trampa tendida por las leyes eclesiásticas que en aquel entonces consideraban que nadie podía a ciencia cierta determinar si estaba o no bajo la Gracia divina. Hay que ser lista o estar inspirada que es más bien lo que creo que sucedió…
Si Juana de Arco nos hablase hoy, si nos dejásemos inspirar por ella ¿ qué nos diría?…
Quizás sus palabras podrían sonar algo parecidas a esto: «Soy Juana de Arco, vengo en el nombre de la Verdad, en el nombre del Amor misericordioso. No estáis solos. Nunca os sintáis solos y abandonados. Caminamos a vuestro lado, fuerzas inimaginables, llenas de Luz para guiaros en las noches a veces oscuras del viaje del Alma de vuelta a su Hogar, el Centro de Todo, la Fuente. Nunca os sintáis solos, desamparados pues no lo estáis. Así como yo no lo estuve, así tampoco lo estáis. Buscad la Luz pues está en vosotros y permitíos ser inspirados por esa mano amiga, divina, que os acurruca en las noches frías y desoladas de la vida en la Tierra. Os bendigo. Camináis en buena compañía, no lo olvidéis».