¡Buenos días!
«Preciosa meditación sujetando en el corazón el Disco del Padre Celestial. Si somos un poco «chamánicos» o inclinados a «viajar» en nuestra conciencia podemos percibir la dimensión del Padre. En esta meditación me mostró como el Big Bang en realidad fue nuestra «llegada» al mundo manifiesto como semillas de Amor del Padre. Somos el Amor del Padre hecho «carne», manifestados en los mundos visibles, pero procedemos del mundo «invisible» y somos su intención primera, la del Amor. Somos Amor más allá de lo que podemos imaginar. Cuando todo nuestro sistema comprende esto, lo acepta, lo integra y lo vive, se acabaron los problemas, la desarmonía. Podemos vivir nuestro propósito primigenio y original. Somos Amor, somos El Amor encarnado. Vivamos así y transformemos el mundo. La desarmonía es salirse de esa intención original…desviarse, olvidarse, caer bajo el velo del olvido, la separación de la Fuente y su intención original hacia nosotros. El amor que ha olvidado que es amor, sigue siendo una fuerza creativa de máximo orden pero ahora ha caído, causando más fragmentación conforme se adentra en los mundos visibles. Recordar, es volver a la cordura, a la unión con nuestro propósito y con la Fuente. Revertimos así la caída que invirtió todo y se restablece el orden. Un orden basado en el Amor que somos, por el Amor que es la Fuente. Es sencillo, pero lo complicamos».