En el mundo espiritual, del crecimiento interior, de las terapias complementarias ha existido un gran debate en torno a si ofrecer servicios gratuitos, de pago o si por el contrario la espiritualidad y la sanación energético-espiritual debían ser ofrecidas gratis sí o sí.
Es importante que contemplemos desde dónde nos posicionamos sosteniendo una opinión o criterio u otro, y qué estamos alimentando entre bambalinas, inconscientemente.
El nuevo mundo que se ha creado entorno a la tecnología es tal que está creando una cultura de personas que han nacido esperando que todo esté gratis, disponible para ellos sin que tengan que hacer la menor contribución por su parte (observa que no escribí “sin que tengan que hacer un esfuerzo” pues eso es el paradigma viejo). Los videos son gratis en Youtube, las canciones de tus artistas preferidos te las descargas sí o sí por la patilla, pirateas los libros que quieres leer y hasta “pinchas” la conexión de internet y de paso la electricidad a tu vecino con total impunidad y sin cuestionarte si esa persona está pasándolo difícil para llegar a fin de mes.
De hecho, se ha generado una dualidad brutal entre quienes son DADORES o Donantes y entre quienes solo son RECIBIDORES. Los recibidores por desgracia tienen la “peor” parte en esta ecuación pues de tanto querer recibir lo que manifiestan es más carencia para seguir enquistados en el patrón del recibir. Los Dadores al menos, movilizan sus recursos internos para poder seguir dando y eso genera ya de por sí un movimiento creativo que les mantiene en un estado de inspiración buscando qué pueden dar y eso moviliza fuerzas positivas universales.
Ahora bien, los dadores tienen tomas de conciencia por hacer. Cuando ofreces cosas gratuitas, ¿desde dónde las ofreces? Las ofreces desde una creencia que el mundo está “roto” y las personas no tienen nada y por eso tú has de ser un mártir y sacrificarte por esas personas que no tienen nada? ¿Qué vibración estás emitiendo entonces cuando haces ese “gran gesto de generosidad y magnanimidad? Favoreces por desgracia los patrones de carencia de los demás en lugar de promover la abundancia en ellos. Recuerda que además la vibración que pones ahí afuera en el mundo “exterior” es la que regresa a tí con lo que al final, contribuyes a tu propia carencia.
Cuando ofreces cosas gratis en este “mundo” de lo espiritual-energético-terapéutico primero generas una dependencia en aquellas personas que lo reciben, fomentas que no se considere lo que tu sí valoras como algo prioritario en la vida de las personas, pues si fuera prioritario SI destinarían recursos para nutrir ese área o faceta de su vida. Cuando no consideramos nuestro camino espiritual o de crecimiento interior como algo prioritario y no estamos dispuestos a poner recursos de nuestra parte INCLUIDOS los económicos, estamos enviando al Universo el mensaje de que en el fondo, no consideramos nada de esto una prioridad y lo que recibimos del Universo es más carencia para poder seguir considerando este área de nuestra vida como no prioritaria, forzándonos asi a buscar lo gratis, la oferta, en lugar de ir a por todas y a lo grande movilizando todos nuestros recursos INCLUIDA nuestra creatividad para generar nuevos recursos que sí nos permitan contribuir económicamente por aquello que valoramos.
Todo en el Universo es un delicado equilibrio de fuerzas y todo busca que contribuyamos de forma equilibrada. El Dar y el Recibir son una danza orgánica que ha de celebrarse, de lo contrario se genera el resentimiento y el sentimiento de abuso por parte del dador y la pasividad, complacencia y victimismo del que solo recibe.
Todo movimiento que generamos se perpetúa en ciclos y espirales que regresan a nosotros una y otra vez hasta que iniciemos un nuevo movimiento desde una octava superior de conciencia o que descendamos en inconsciencia devaluándonos a estados más primarios de entendimiento.
Como véis, lo gratis no siempre es bueno a la larga ni para el dador, ni para el recibidor pues según dónde nos coloquemos internamente tanto al dar como al recibir, estaremos fomentando el enquistamiento no sólo de nuestra abundancia y prosperidad sino de nuestra propia evolucion y creatividad.
Pregunta para DADORES:
-¿Cómo puedo contribuir para que los demás tengan y generen por ellos mismos sin generar una codependencia estéril en mis ofrecimientos?
Pregunta para RECIBIDORES:
-¿Cómo puedo contribuir significativamente en retorno de todo lo que he recibido de los Dadores?
Barbara Meneses
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